Desde la Isla Chelín, ubicada en Chiloé, conoceremos una nueva experiencia ligada al cine y el aprendizaje, donde la profesora de una escuela rural busca potenciar habilidades y aprendizajes en sus estudiantes a través del arte.
Karina Mutis es profesora de Educación General Básica hace 8 años en la Escuela Rural Los Robles de Isla Chelin. Con décadas de experiencia en la labor docente, Karina ama su profesión y vive durante toda la semana en Isla Chelín y solo los fines de semana y en vacaciones va a su casa ubicada en la localidad de Compu, en Quellón, para entregar lo mejor de sí a sus estudiantes.
Como profesora de aula en una escuela rural bidocente ha encontrado una forma innovadora de entregar contenidos y desarrollar habilidades en sus estudiantes: el cine. De acuerdo con su perspectiva “en el cine se integran muy naturalmente los contenidos curriculares de lenguaje y comunicación, artes visuales y tecnología. En segundo lugar, se puede vincular matemáticas con la animación cuadro a cuadro; ciencias sociales por medio de la historia del cine o la historia que se puede aprender en el cortometraje; ciencias de la naturaleza utilizando el audiovisual como un medio de observación y orientación a través del trabajo de las emociones”, afirma.
Para ella, en este tipo de proyectos se requiere la voluntad de las y los docentes para valorar el cine como una disciplina artística, tecnológica y narrativa que potencia aprendizajes y los vincula. Es una oportunidad para integrar contenidos y hacerlos significativos para las y los estudiantes. Destaca, además, el desarrollo de habilidades como la responsabilidad, el compromiso, la confianza en sí mismos, valorar las habilidades de cada uno y las del colectivo.
Valorando el cine como medio de aprendizaje y desarrollo personal
En ese sentido, el cine provoca algo más que contenidos académicos, es un espacio para trabajar relaciones socioemocionales y crecimiento personal, las que actualmente son altamente valoradas por la importancia que el aprendizaje integral cobró luego de la pandemia. Cubre la necesidad de formar una escuela que traspase los limites de los contenidos del currículum y avance hacia una comunidad educativa donde docentes, profesionales de la educación, estudiantes y apoderados formen un equipo que elabore una propuesta de sociedad democrática y participativa.
Es por ello que la posibilidad de llevar a cabo una actividad colaborativa es uno de los aspectos más interesantes de este proceso, sostiene Karina, que finalmente se convierte en un labor que transforma a estudiantes de diferentes niveles y a profesores en integrantes de un equipo donde todos ponen a disposición del proyecto lo mejor de sí mismos y colaboran de forma más horizontal, impulsando una educación atingente a nuestra época, donde estudiante y docente comparten el saber y lo hacen crecer en un trabajo conjunto.
El cine es una forma de educación a partir del arte, donde nuestros niños y niñas hacen volar su imaginación, valorando su cultura, compartiendo experiencias, trabajando en equipo, siendo responsables, comprometidos y desarrollando muchas habilidades que son tan importantes en los procesos de enseñanza aprendizaje
- ¿Cómo fue tu experiencia junto a Ojo de Pescado?
Nuestros estudiantes han tenido la suerte y el privilegio de realizar tres cortometrajes y un documental junto a la Corporación Ojo de Pescado. El primer trabajo fue un cortometraje de cine de sombras, hecho el año 2016 llamado “La furia de Millalobo” que presenta una mirada de los niños y niñas sobre la contaminación del mar de Chiloé y el conflicto medioambiental acontecido ese año. En el año 2017 realizaron el cortometraje “El llamado del mar” por medio de un taller audiovisual de técnicas mixtas y que habla de personajes mitológicos que son parte de nuestra cultura de Chiloé. En el año 2018 se realizó un cortometraje de ficción basado en una historia real llamado “La gran sorpresa” sobre la preparación de una sorpresa a las maestras por parte de los niños, el cual fue presentado en un festival en México, ¡qué mejor que los niños de otros países puedan ver la realidad de nuestros niños chilotes! Y en 2019 se realizó un documental sobre las primeras Olimpiadas Insulares donde participaron las escuelas de las islas Quehui y Chelín.
Puedes ver los cortometrajes haciendo clic en los nombres de cada uno y disfrutar de estas iniciativas que hacen tanto bien a las infancias y a la educación de nuestro país.
¡No te los pierdas!