Esta fecha nos invita a reflexionar sobre el valor de la diversidad y el respeto de la dignidad humana. Nuestra propuesta, como siempre, es promover la educación en ciudadanía y dialogar en el aula en torno a los derechos humanos, ya que de este modo se promueve una convivencia respetuosa e inclusiva desde el aula. En este artículo ponemos a tu disposición un kit con recursos y actividades para trabajar esta temática con tus estudiantes y nuevos materiales pedagógicos del Ministerio de Educación y el Ministerio de las Culturas y las Artes.
El 11 de septiembre de 1973 es una fecha histórica en Chile que nos invita a recordar, reflexionar y a seguir formando para la democracia, la paz y los derechos humanos. Si bien tus estudiantes no vivieron esa época -y puede que tú tampoco lo hayas hecho-, es una conmemoración que sigue presente en nuestra sociedad y que genera debate y conversaciones tanto a nivel público como a nivel familiar y escolar.
Comprender lo que nos pasó como sociedad puede ser complejo, ya que todos los seres humanos somos, pensamos, creemos y sentimos diferente. Justamente, es esa diversidad la que nos hace profundamente humanos y enriquece nuestra cultura, por tanto, garantizarla a través de los derechos humanos, es sin duda un acto de defensa del respeto de la dignidad de la persona humana, tal como se señala en la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural de 2001.
El concepto de derechos humanos proviene del siglo pasado, cuando tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, las naciones acordaron mínimos comunes para evitar que se siguieran produciendo horrores que afectaron a millones de personas. Fue el 10 de diciembre de 1948 cuando la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) fue proclamada en París por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Luego de este hito se han adoptado más de setenta tratados de derechos humanos, que se aplican hoy en día de manera permanente a nivel mundial y regional. En Chile, se han ratificado, por ejemplo: la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes (1988); la Convención sobre los Derechos del Niño (1990); la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y de sus Familia (2005); entre otros tratados.
Entre los derechos establecidos en la DUDH, se encuentran el Derecho a la Educación en el Artículo 26, que en su segundo punto consagra que “la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz”.
Es la educación en ciudadanía o la formación ciudadana, la que asegura su enseñanza y aprendizaje. En nuestro país, la ley 20.911, promulgada el año 2016, creó el Plan de Formación Ciudadana para los establecimientos educacionales. Su propósito es contribuir a la formación de las y los estudiantes para “asumir una vida responsable en una sociedad libre y orientada al mejoramiento integral de la persona humana, como fundamento del sistema democrático, la justicia social y el progreso”.
¿Por qué educar en ciudadanía?
Según la UNICEF los derechos humanos “son normas que reconocen y protegen la dignidad de todos los seres humanos. Estos derechos rigen la manera en que los individuos viven en sociedad y se relacionan entre sí, al igual que sus relaciones con el Estado y las obligaciones del Estado hacia ellos”.
El aula de hoy es diversa, coexisten culturas, identidades y generaciones en un mismo establecimiento. Entonces, por supuesto que es relevante que tus estudiantes tomen conciencia de que, sin importar el origen, pensamiento, o formas de ser de sus compañeras, compañeros y docentes, deben respetarles por el solo hecho de ser humanos. Esto conduce a una convivencia escolar inclusiva y respetuosa.
Por otro lado, educar en ciudadanía permite desarrollar el pensamiento crítico y reconocer los sistemas políticos y valorar la democracia. Los resultados de la 10° Encuesta Nacional de Juventudes 2022 del INJUV, que fue respondida por personas entre 15 y 29 años, dan cuenta que para un 56,6% “la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno”. Sin embargo, para un 10,9%, “en algunas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático”, y para un 20,8% “a la gente como uno le da lo mismo un régimen democrático que uno no democrático”.
Para incentivar la reflexión, en educarchile te presentamos un kit de recursos con actividades y recursos para el aula que te permitirán propiciar el diálogo con tus estudiantes.
Nuevos materiales pedagógicos
El Ministerio de Educación invita a las comunidades educativas del país por segundo año consecutivo a conmemorar el Mes de la Memoria y la Democracia, a través de acciones pedagógicas centradas en la memoria, y la defensa de la democracia y los derechos humanos como marco universal de respeto a la dignidad humana en toda circunstancia.
En el documento “Educación en Ciudadanía. Derechos Humanos, Historia y Memoria”, se proponen una serie de actividades a propósito de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, tema que convoca al país a través de diversos canales y se constituye como una oportunidad para contextualizar los Objetivos de Aprendizaje vinculados a memoria, democracia y derechos humanos. Descarga aquí la publicación.
Por su parte, el Ministerio de las Culturas y las Artes invita a elaborar un proyecto sobre la importancia de conocer, analizar y vincular procesos históricos que han fracturado la sociedad chilena y que siguen repercutiendo hasta la actualidad, valiéndose de la publicación “Cartografía sensible”. Para ver este material, haz clic aquí.
En esta se propone activar instancias de aprendizaje que estimulen el intercambio divergente y crítico entre pares a partir de la reflexión sobre el pasado y el presente, generando acuerdos y lecciones para el futuro en pos de una mejor convivencia, poniendo énfasis en los derechos humanos y los derechos de la niñez.
El proyecto está dirigido a niños, niñas y jóvenes desde los 11 años de edad y la propuesta consiste en elaborar un mapa en conjunto, una cartografía colectiva, que promueva el diálogo constructivo y la valoración de los principios de la democracia.
