En esta metodología, el docente y sus estudiantes deben involucrarse juntos en aprender técnicas de respiración, ejercicios corporales, gimnasia mental y desarrollar habilidades de mimo. El juego de rol y los ejercicios vocales también son técnicas efectivas de este método.
English Through Drama (inglés a través del drama), es el nombre de la metodología que presentó la especialista británica y fundadora de la academia de inglés SHELTA, Susan Hillyard, en el seminario internacional “Expanding Opportunities”, organizado por la Fundación Educacional Oportunidad y la Universidad de La Serena.
De acuerdo a la experta, la mayor ventaja del método dramatúrgico es el desarrollo que alcanzan los estudiantes en las áreas social, física, intelectual, creativa y emocional, ya que es una especie de continuación al modo en que los niños aprenden a temprana edad. “En el jardín infantil los niños aprenden de manera colaborativa, juegan, se mueven y comparten”, indica Hillyard, de tal modo que “no podemos pretender que los niños aprendan inglés sentados en una sala de clases, ubicados de manera lineal y repitiendo lo que el profesor habla”, puntualiza.
Hillyard señala que, para implementar esta metodología, que introdujo por primera vez Dorothy Heathcote en los 60’s, es vital que el profesor comprenda y asuma el cambio de rol que tiene en el proceso educativo de los niños. "El profesor aquí no es la persona que se para frente a los estudiantes y relata instrucciones, sino un facilitador del aprendizaje, porque debe lograr que las personas que aprenden ocupen su cuerpo, alma y mente trabajando como un equipo de manera colaborativa", explica.
Cómo trabajar el “inglés a través del drama”
El docente y sus estudiantes deben involucrarse juntos en aprender técnicas de respiración, ejercicios corporales, gimnasia mental y desarrollar habilidades de mimo. El juego de rol y los ejercicios vocales también son técnicas efectivas de este método.
A través de English through drama, los estudiantes obtienen múltiples beneficios para su proceso educativo, dado que desarrollan los aspectos sociales, físicos, intelectuales, creativos y emocionales, al igual que habilidades como autoconfianza, control y autocontrol, colaboración y pensamiento crítico.
Ésta es una metodología diseñada para alumnos de todos los niveles, incluso para aquellos con Necesidades Educativas Especiales (NEE), puesto que es una forma de trabajar altamente motivadora, al generar autonomía y una positiva sensación de éxito. Asimismo, permite a las personas poner en práctica todos los canales de aprendizaje.
Susan Hillyard, recalca que una de sus características más beneficiosas, es que es una poderosa herramienta para conseguir aprendizajes efectivos de manera lúdica y entretenida. ¿Quieres conocer más metodologías innovadoras?