Para las y los estudiantes de Villa Alegre el cine se ha transformado en una nueva forma de aprender. Su profesora de Artes, Rosario Villarreal, los ha motivado a vivir esta nueva experiencia. ¿Cómo lo hace? Para averiguarlo, nos reunimos con ella y parte del equipo que trabaja en este hermoso proyecto y aquí te contamos más sobre este.
El aprendizaje en el siglo XXI implica grandes desafíos: nuevas inquietudes en las y los estudiantes, ingreso de nuevas tecnologías en el aula y desarrollar habilidades para enfrentar un mundo en constante cambio.
En base a lo anterior, es muy importante buscar la forma de compatibilizar esta realidad con la enseñanza. Una de las propuestas actuales se basa en desarrollar habilidades para el siglo XXI, que son herramientas que permiten a niñas, niños y jóvenes desenvolverse y contribuir en esta sociedad.
Dentro de muchos proyectos e ideas que realizan docentes de nuestro país, tuvimos la oportunidad de conocer a una profesora de Artes de la ciudad de Villa Alegre ubicada en la región del Maule, quien nos cuenta cómo el cine ha generado grandes aprendizajes y nuevas experiencias en sus estudiantes.
El cine como medio para un aprendizaje integral
A localidad de Villa Alegre llegó hace tres años Rosario Villarreal. Desde Venezuela, la docente trajo consigo el amor por el cine, las artes y la docencia. Con el entusiasmo que la caracteriza comenzó a recorrer las escuelas de la zona buscando apoyo para un proyecto de cortometrajes.
A pesar de que no fue fácil en un comienzo, la pasión por concretar su sueño de transformar la educación a través del cine la motivó a continuar hasta lograr su objetivo. Hoy se dedica a realizar cortometrajes basados en la historia y cultura de nuestro país, que valora como si fuera la propia.
“Javiera la jaiba”, basado en la historia de Javiera Carrera, obtuvo el premio a Mejor Cortometraje Nacional Jóvenes Cineastas en la 10° versión del Festival de Cine Ojo de Pescado. Y en el mes de noviembre estrenará junto a todo el equipo, “Molina, el Abate”.
Para ella, esta idea nace de la búsqueda de una nueva forma de mirar el currículum, de integrar las asignaturas para propiciar un aprendizaje integral, que también conecte a sus estudiantes con la escuela.
Así mismo, menciona que: “este proyecto ha generado en las y los estudiantes el sentido de pertenencia, ha ayudado a mejorar su autoestima y a superar la timidez. Además, se sienten reconocidos por su comunidad en algo positivo”.
Quienes actúan en estos cortometrajes son estudiantes de diferentes escuelas de la ciudad, que la docente con entusiasmo ha invitado a unirse al equipo. Y no solo ellas y ellos forman parte de esta propuesta, también la comunidad de Villa Alegre, que incluye a docentes y apoderados de los establecimientos.
Uno de ellos es Paulo González, director de la Escuela Orlando Rodríguez del Campo, a quien Rosario menciona como un gran compañero que ha abierto las puertas de su establecimiento para las grabaciones y ha participado activamente en el proyecto.
El director resalta la alegría y compromiso de la docente, destacando también que el cine ha sido un gran aporte no solo para el aprendizaje, sino también para la mejora en la convivencia escolar: “ha habido un cambio conductual, estudiantes que antes tenían actitudes agresivas ahora han desarrollado el compañerismo, la amistad y convivencia, incluso siendo alumnos de diferentes escuelas”.
Estudiantes protagonistas
Alejandra Castro cursa el 5° año básico en la Escuela Trinidad Alcaíno Tapia y ha protagonizado el cortometraje “Javiera la jaiba” representando a Javiera Carrera. Ella reconoce que esta experiencia ha sido algo positivo para su aprendizaje y su desarrollo personal:
“Para mí ha sido muy importante aprender a través de este proyecto la historia de personajes que no sabíamos que eran tan significativos. También, cómo es el proceso de una grabación y de conseguir a los personajes. Además, he desarrollado más mi personalidad, porque antes era más tímida al momento de disertar y ahora ya no me pongo nerviosa”.
En el próximo estreno: Molina, el Abate, los estudiantes de 6° básico de la Escuela Alfredo Noguera Prieto, Nicolás Puga y Pedro Moraga actúan en el rol de sacerdotes, siendo Pedro quien representa al Abate Molina.
Dentro de los aprendizajes, Nicolás nos cuenta que “he aprendido mucho sobre compañerismo y la amistad, de la historia del Abate Molina y el lenguaje de esos tiempos. Por otra parte, que el proceso de grabación es largo y que finalmente se rescatan unos pocos minutos que son el cortometraje final”.
Pedro, además de sus aprendizajes agradece a la profesora Rosario “gracias a ella hemos podido grabar, aparecer en televisión y experimentar cosas que nunca habíamos pensado. Por lo menos yo nunca pensé en ser actor y ahora puedo sentir esa sensación, aunque no sea profesional. Gracias por fijarse en mí”.
Si quieres conocer más sobre este proyecto y sus logros te invitamos a ver la siguiente entrevista: