Comenzar un nuevo año escolar es una oportunidad para renovar la energía, reconectar con el propósito de enseñar y fortalecer el bienestar docente. La educación es la base del desarrollo humano, y quienes enseñan tienen un rol clave no solo en las aulas, sino en la vida de sus estudiantes y en la sociedad. ¿Cómo iniciar este año con motivación y autocuidado? Aquí compartimos algunas claves para lograrlo.

Las y los docentes tienen un impacto profundo en sus estudiantes, no solo en el ámbito académico, sino también en su desarrollo emocional y personal. Son referentes clave que inspiran, orientan y acompañan a niñas, niños y jóvenes en la construcción de sus trayectorias de vida. Por ello, es fundamental brindarles el apoyo necesario para que sigan realizado su labor, reconociendo y valorando su valioso trabajo.
Sabemos que la enseñanza es una tarea exigente, llena de retos y aprendizajes. En este camino, es esencial cuidar el bienestar docente, promoviendo estrategias que permitan mantener la energía, la motivación y el propósito, especialmente a inicios de un nuevo año lectivo.
¡Es por eso que queremos compartir contigo recomendaciones de especialistas que te ayudarán a potenciar tu labor con motivación y autocuidado este 2025!
Bienestar para reconectarse
Florencia Mingo, directora ejecutiva de Impulso Docente, destaca que la base para reconectarse con la vocación es el bienestar. Cuidarse y generar espacios donde regular las emociones es el primer paso para sostener el propósito en el tiempo.
Para lograrlo, Florencia Mingo entrega algunas estrategias concretas:
- Reconocer los momentos de impacto: recordar pequeñas victorias ayuda a mantener la motivación y que su labor tiene impacto en la vida de niñas, niños y jóvenes.
- Construir redes de apoyo: la docencia no debe ser un trabajo solitario. Conversar con colegas, compartir estrategias para los desafíos diarios refuerza el sentido de comunidad.
- Tener un recordatorio visual de nuestro propósito: una foto, una nota de agradecimiento o una frase que nos inspire pueden ser anclas para volver al sentido de la labor docente cuando el día a día se vuelve agotador.
- Cuidar nuestra vida fuera del aula: seguir haciendo eso que nos hace felices fuera del trabajo como un factor protector cuando estamos desmotivados o faltos de propósito. El bienestar general está en un 80% determinado por lo que hacemos y decidimos percibir de lo que nos sucede.

La profesional agrega que trabajar en red alivia la carga y refuerza la sensación de propósito. Una herramienta clave es la mentoría docente, ya que permite recibir el apoyo de sus pares, compartir buenas prácticas y desarrollar estrategias efectivas para el aula. “Sentirse acompañado y respaldado impacta directamente en la satisfacción laboral y en la confianza en la propia práctica”, concluye.
Diálogo y convivencia
Por su parte, Marco Villalta, psicólogo y académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago de Chile, indica que dar tiempo al diálogo con colegas y estudiantes es muy relevante. “Conocer en qué condiciones llegan a retomar el año, cómo se sienten, cuál es la disposición y de acuerdo con ello establecer pautas adecuadas para una buena convivencia en el aula”, aconseja Marco.
Previo al ingreso de las y los estudiantes, el especialista recomienda reunir al cuerpo docente y directivo para plantear los desafíos del año, coordinar acciones relacionadas con sus estudiantes, y consignar el rol de familias y apoderados, lo que en la premura del inicio de clases resulta complejo, pero es un espacio esencial, pues asegura un mejor clima y la disposición a colaborar en la experiencia educativa.
También entrega las siguientes recomendaciones:
- Descansar las 8 horas correspondientes: esto fortalece un estado fisiológico adecuado y una buena disposición para enfrentar el día.
- Planificar sus acciones con objetivos realistas: no todo se puede hacer al inicio o dentro de la primera semana. Reorganizar los objetivos de acuerdo con lo vivido durante el día, una especie de marcha blanca para coordinar acciones ayuda a manejar la frustración.
- Cultivar buenas relaciones con las y los colegas: las relaciones humanas son parte del espacio laboral. Por ello, es primordial definir esquemas de convivencia básica, coordinar con todo el equipo para que la voz de la escuela esté unificada.
- Motivar y reconocer a sus estudiantes: generar dinámicas donde puedan movilizar sus experiencias, expresar cómo se sienten, ya que no todos han vivido las mismas vacaciones, por lo tanto, generar este espacio ayuda muchísimo a que puedan revincularse con las tareas de aprendizaje.

“Más que vivir el agobio es importante prevenirlo, para ello ordenar las acciones para abordar la carga laboral y apoyarse entre pares es clave. La acción educativa no debe ser individual, sino colectiva. Trabajar en equipo es un factor protector para las y los docentes”, pondera el especialista.
Esperamos que estas recomendaciones sean útiles para este nuevo comienzo. Y tú, ¿qué tips darías a tus colegas para iniciar el año con motivación y autocuidado? ¡Compártelos en nuestras redes sociales!