Actualmente, la educación está viviendo cambios importantes y uno de los temas que ha surgido con mucha fuerza es el rol de la escuela en la educación socioemocional. Si bien es cierto, esto no es algo nuevo, las comunidades educativas y especialistas del mundo educativo, han observado que a raíz del confinamiento prolongado y el contexto de crisis sanitaria, esta se ha hecho cada vez más necesaria. Recientemente, dos instituciones realizaron seminarios sobre educación socioemocional y aquí, compartimos las reflexiones que surgieron en ambas instancias.
La educación socioemocional se ha convertido en un tema relevante en las comunidades escolares, debido a que la crisis sanitaria no sólo ha afectado a las personas en el ámbito de la salud, laboral o económico, sino también ha golpeado fuertemente a su salud mental.
De acuerdo con la encuesta realizada por Educación2020 #Estamosconectados, los estudiantes han experimentado más emociones negativas en relación con el confinamiento, “la principal es el aburrimiento, seleccionada por el 63,5% de estudiantes que respondieron la encuesta, seguido por la ansiedad y el estrés, que en conjunto concentran el 41% de las menciones. La molestia y la frustración son el siguiente grupo de emociones más reportado, con un 34,6%. Fueron menos quienes eligieron sentimientos positivos, como tranquilidad (2%), entretención (1%), o que señalaron estar felices de estar en casa” (2,6%)”.
La incertidumbre frente al contexto mundial, las dificultades socioeconómicas, y la brecha en conectividad, son factores que los docentes están experimentando junto a sus estudiantes desde 2020 y que, evidentemente, han afectado a las escuelas y liceos del país. Esto ha sido foco de diferentes seminarios y webinars, donde especialistas junto a profesionales de la educación, han dialogado sobre la importancia que la educación emocional para enfrentar estos nuevos desafíos. Sin duda, se reconoce que una formación integral incluye herramientas académicas, emocionales y sociales, todas ellas dimensiones necesarias para el aprendizaje del siglo XXI.
¿Cómo impulsar la educación socioemocional en las escuelas?
El seminario que llevó como nombre esta pregunta, fue una actividad organizada por la Fundación Educacional Seminarium junto con nuestro portal educarchile, que tuvo como panelista central a Héctor Montenegro, especialista estadounidense en Educación Socioemocional y Senior District Consultant en CASEL.
Con más de 700 personas conectadas el martes 23 de marzo, el experto planteó el “desarrollo de una comunidad académica social y emocionalmente solidaria”, en donde los estudiantes puedan y sepan expresar sus emociones y necesidades, para que además de aprender contenidos puedan experimentar habilidades para la vida.
El distanciamiento, la soledad, la angustia y la depresión fueron mencionadas por Montenegro como los escenarios más comunes en esta pandemia. Además, aseveró que estamos emocionalmente sensibles a la transición a nueva realidad, que de alguna forma fue impuesta por este contexto.
Pero más allá de la crisis actual, el panelista invitó a cuestionarse: ¿qué queremos sean, sepan y puedan hacer nuestros hijos cuando se gradúen?, ¿qué adultos queremos para el futuro? preguntas que no solo convocan a los padres y profesores, sino también a las y los cuidadores en general.
Para formar personas integrales, la educación socioemocional debe estar incluida en la enseñanza, ya que la escuela es un pilar central tanto en los individuos como en la sociedad. Héctor Montenegro explica que “el aprendizaje socioemocional (SEL) es el proceso a través del cual los niños, adolescentes y adultos adquieren y aplican efectivamente los conocimientos, actitudes y habilidades necesarias para: entender y manejar las emociones (autocontrol), establecer y lograr objetivos positivos (conciencia de sí mismo), sentir y mostrar empatía por los demás (conciencia social), establecer y mantener relaciones positivas (habilidades relacionales) y tomar decisiones responsables”. Estas dimensiones son fundamentales para una buena convivencia en el ámbito social, lo que se necesita tanto en las escuelas, como en los hogares y la sociedad.
Si quieres saber más sobre la propuesta de Héctor Montenegro, te invitamos a ver el siguiente video del seminario realizado el 23 de marzo.
Educación emocional en familia
El 30 de marzo se transmitió el 2° Seminario Digital de Educación Emocional: Consejos para mejorar el ambiente familiar y el aprendizaje de nuestros hijos en pandemia, organizado por la Fundación Educacional Isidora Zegers Huneeus con el patrocinio de la Municipalidad de La Pintana.
Esta iniciativa se enfocó en cómo las familias o cuidadores pueden ser parte de una educación emocional positiva, que se desarrolle desde la primera infancia en adelante, como una necesidad para formar personas más felices y con consejos para enfrentar las emociones negativas en pandemia.
Giancarla Marisio, directora de la Academia América por la Educación Emocional, especialista en educación y parentalidad y creadora del proyecto al mando de educación emocional en el Colegio Jorge Huneeus Zegers, fue la primera expositora, que presentó la charla “El aprendizaje emocional potenciado en casa”.
En este periodo de pandemia es normal, sobre todo en niños, niñas y jóvenes, sentir miedo. Al respecto la especialista menciona que “cuando vivimos con miedo el aprendizaje tiende a disminuir. Sin embargo, afuera el mundo puede estar al revés, pero si en nuestro hogar el mundo está en equilibrio, este miedo se calma y el aprendizaje de nuestros niños puede ser más significativo”. Es por ello por lo que la educación emocional cobra más sentido en esta época, ya que las emociones negativas aumentan y muchos, tanto niños como adultos, no tienen las herramientas para contrarrestar estos estados. A través de ésta, podemos enseñar a utilizar diferentes estrategias y a desarrollar herramientas que serán útiles a lo largo de la vida.
Según Giancarla Marisio, la educación emocional fortalece la corteza prefrontal del cerebro, ayudando a regular emociones y crisis. La primera experiencia al respecto de la gestión emocional es a través de los padres o cuidadores, quienes funcionan como espejo, por lo tanto, es necesario que los adultos a cargo siempre observen sus conductas y a través de ellas enseñen a los más pequeños a controlar sus emociones, sostuvo durante el seminario.
Dentro de sus recomendaciones, lo primero es que la paciencia es sumamente importante. Por otra parte, para los niños y niñas, "hacer ejercicios es muy necesario, ya que al mover el cerebro cuando está alterado, se le olvida el enojo y vuelve a su foco". En ese sentido, uno de sus consejos es que se realice algún tipo de actividad física breve antes de ingresar a clases online, ya que disminuye la reactivad en los estudiantes.
La segunda expositora, Mónica López, ex directora de la Sociedad Chilena de Psicología Clínica, psicóloga especialista en educación positiva, líder en el área de desarrollo personal y comunitario y directora del Instituto del Bienestar Chile, expuso sobre “Claves de psicología positiva para trabajar la felicidad en familia”, destacando que “la felicidad la podemos ejercitar, realizando más actividades que nos ayuden a ser más felices”.
Uno de los conceptos primordiales que mencionó la especialista es la gratitud, aquella que se expresa por las cosas que se tienen, pensando siempre en cómo agradecer más. De acuerdo con este planteamiento, la psicóloga propuso medir el éxito de una forma diferente, ya que muchas veces la frustración y el fracaso se asocian a logros materiales que socialmente se han establecido como ejes de una vida exitosa. Sin embargo, planteó que rara vez los padres miden el éxito de sus hijos en relación con cuánto son amados, o si tienen una buena “tribu de apoyo” que los contenga en momentos difíciles y les brinde relaciones emocionales sanas.
Es necesario dirigir a la sociedad hacia conductas más amables y solidarias, para ello quienes educan, tienen un rol principal. Acercarse a los jóvenes también es de suma importancia, mencionó Mónica, ya que “los adolescentes que tienen al menos 25 minutos de sobremesa el fin de semana con sus familias tienen un factor de riesgo mucho menor de consumo de alcohol, drogas o conductas de riesgo”.
En conclusión, es importante dar a la educación emocional un espacio preponderante tanto en casa como en la escuela, ya que contribuye a formar personas integrales, empáticas con los otros, que posean las herramientas para enfrentar de forma positiva los desafíos de hoy y mañana.
