La ciudadanía es una habilidad que requiere de un desarrollo completo, que abarque temáticas globales, tanto actuales como históricas. De este modo, la formación de estudiantes se vuelve más compleja y rica en experiencias, conectando conocimientos e incrementando el pensamiento crítico, para evitar repetir sucesos inhumanos.
La sección de educación de la UNESCO impulsa dentro de sus seminarios virtuales la formación para la paz y los Derechos Humanos. Esta es parte fundamental del objetivo de desarrollo sostenible 4, que captura el propósito y contenido de la educación que se quiere lograr para el futuro.
En octubre, la UNESO organizó el seminario Formación docente para la ciudadanía mundial: contribución de la educación sobre el Holocausto y genocidios. La pregunta que guió la actividad fue ¿cuál es el rol que la enseñanza cumple en esta temática? Los panelistas invitados entregaron sus puntos de vista y concordaron en que se necesitan visibilizar de forma clara y responsable los acontecimientos que han llevado a la humanidad a cometer atrocidades como el Holocausto y los genocidios en diferentes puntos del planeta.
Los invitados a este panel fueron Doyle Stevick, de la Universidad de Carolina del Sur; Marco González, de la organización Yahad In Unum que se encarga de recolectar archivos y testimonios sobre masacres de diferentes lugares, como Europa del este, Guatemala, entre otros; Clara Ramírez-Barat, directora del Programa de Políticas Educativas Warren en The Auschwitz Institute for the Prevention of Genocide and Mass Atrocities y Marco Ávila, coordinador de contenidos de educarchile. Esta sesión contó con la moderación de Gabriela Martini, de saberes docentes de la Universidad de Chile.
El objetivo de este seminario fue entregar herramientas y fundamentos a las y los docentes del por qué es necesario enseñar sobre el Holocausto y los genocidios. Para Marco González esto implica “enseñar una cultura de tolerancia, donde no se repitan las masacres y genocidios pasados. Darles responsabilidad a los jóvenes, para que entiendan a lo que puede llevar el odio y la intolerancia hacia las otras personas”.
A esta reflexión Clara Ramírez-Barat añadió la importancia de “reconocer que la profesión docente enfrenta importantes desafíos para la educación integral y la formación para el holocausto y genocidios. Por ello es importante acompañar al docente en su práctica educativa y generar espacios de compartir experiencias con otros colegas”.
Finalmente, Marco Ávila destacó que “la educación es una reserva para la preservación histórica y para hacer análisis permanente sobre ello. Es también una herramienta para participar de la democracia y el pacto social. Debido a esto es necesario generar espacios de pedagogías activas y rutas de aprendizaje, que no quede solo en una clase expositiva, para concretar la experiencia de las y los estudiantes frente a temas que son de interés mundial y forman parte del desarrollo de la habilidad de ciudadanía global para el siglo XXI”.
Si te interesa profundizar en esta temática y aplicarla en tu práctica docente, te invitamos a ver este nuevo capítulo del seminario web "Educar sobre el Holocausto y los genocidios en América Latina y el Caribe":