Cada año el retorno a la rutina escolar conlleva nuevos desafíos. Por eso, quisimos conocer prácticas útiles que realizan las y los docentes durante los primeros días para retomar sus labores e iniciar con energía este 2024. ¡Esperamos que sean de utilidad y las compartas con tus colegas para fortalecer tu comunidad!
María Graciela Veas, profesora de Lenguaje conocida en Instagram como @profe.gracielaveas, reconoce que los primeros días de clases son difíciles. “Niñas, niños, adolescentes, apoderados, apoderadas, profesores y las y los trabajadores de la escuela están recién comenzando la rutina del año escolar. Esto implica cambiar hábitos de sueño, disminuir el tiempo de ocio y tener un montón de experiencias nuevas. Por lo tanto, hay que tomárselo con calma”, sostiene.
Juan Pablo Raveau, coordinador del área de Historia y Ciencias Sociales del Preuniversitario Filadd, confirma que uno de los factores que puede resultar complejo en las primeras semanas es retomar los hábitos de sueño y descanso. Al respecto, menciona que la organización previa permite disponer de las horas de sueño adecuadas, ya que no se utilizan para trabajar. “Uno o dos días antes es bueno adaptarse a los horarios que necesitamos, pues la falta de descanso puede repercutir también en el resto de la semana”.
Para él, la organización previa en este periodo es clave. Comenta que antes de entrar a clases ordena sus carpetas en el computador donde va a guardar las evaluaciones, las presentaciones para las clases, entre otros documentos. “Esto me permite sentirme más preparado para partir y, además, alivianar la carga para el resto del año escolar”, reflexiona.
Sin duda, el reencuentro con las y los estudiantes es uno de los aspectos que requieren de mayor preparación, ya que un buen comienzo es fundamental para generar un clima grato y propicio para al aprendizaje.
Sobre esos primeros días, Renato Álvarez, profesor de Lenguaje y Literatura aconseja ejercer un rol de liderazgo colaborativo. “No olvides ser auténtico, transparente y abierto con tus estudiantes. Lidera tus grupos con respeto, compromiso y cooperación, tomando acuerdos en beneficio de todos. Las grandes metas se alcanzan con diseños colaborativos; tus estudiantes siempre tienen algo que decir sobre sus aprendizajes”.
Actividades para los primeros días
Pensando en las primeras semanas del semestre, María Graciela Veas entrega tres recomendaciones que asegura, “serán una inversión para todo el año escolar”.
Juega mucho para conocer fortalecer los lazos del grupo
- Desarrolla juegos para presentarse o conocer detalles sobre los gustos de las otras personas del curso. Por ejemplo: 2 mentiras y 1 verdad; el bingo humano; o simplemente, bailar y cuando se detenga la música, reunirse con un/a compañero/a y preguntarle algo.
- Para muestrar la importancia de trabajar en equipo, puedes realizar juegos con el grupo completo o grupos pequeños al interior del curso. Por ejemplo: silla musical invertida (en vez de que en cada vuelta uno sea eliminado, el grupo debe lograr que todos queden sobre las sillas). En cada ronda, se saca una silla, por lo que la tarea es cada vez más difícil y requiere de mayor colaboración y creatividad.
- Torres de vasos con cuerdas: puede ver un ejemplo aquí.
Establece visiones de escuela, metas y acuerdos de convivencia compartidos
Según Mena (2015), tener metas compartidas permite un contrato pedagógico básico para crear las relaciones que permiten la actividad de enseñar y aprender. Por ende, los primeros días de clases son un momento para discutir y acordar visiones comunes.
- Guía una conversación sobre la escuela que permita levantar las creencias que cada uno/a tiene sobre ella. La editorial Wonder Ponder tiene un cuaderno lleno de preguntas interesantes que puedes formular a tus estudiantes. Algunos ejemplos son: ¿para qué sirve la escuela?, ¿tú podrías ser profesor o profesora de algo?, ¿de qué?, ¿cuál sería la escuela de tus sueños?, ¿y la escuela de tus pesadillas?
- Construye metas de curso a partir de las metas individuales. Cada integrante del curso puede escribir (o dibujar) sus metas. Esto permitirá encontrar puntos en común y pensar cómo, en conjunto, podemos contribuir al bien común.
- Construye acuerdos de convivencia (entre 4 y 10) que sean necesarios para lograr esa meta. Por ejemplo: ayudar a las y los compañeros siempre que lo necesiten o participar con comentarios, opiniones y preguntas durante las conversaciones de clase.
- Comparte las metas y los acuerdos generados con las familias mediante una comunicación y en la reunión de apoderados y apoderadas.
Instaura rituales y rutinas
Construir rutinas, toma tiempo. Se debe modelar, explicar la importancia, practicar mucho y transferir la responsabilidad hasta lograr autonomía y liderazgo por parte de niños y niñas. No temas en ocupar tiempo en este proceso, esta es una inversión valiosísima para el resto del año escolar.
- Las y los educadores organizamos el tiempo, el espacio y los materiales para ayudar a nuestros/as estudiantes a participar en las tareas habituales de la vida en el aula. Estas rutinas nos ayudan a dar seguridad y hacer más provechoso el tiempo en el aula. Gracias a ella, las y los estudiantes interactúan como miembros de la comunidad de aprendizaje que tienen hábitos compartidos que les ayudan a lograr sus metas comunes.
- Por lo anterior, es muy importante que durante estos primeros días se puedan comenzar a instaurar las principales rutinas que darán organización al proceso de enseñanza-aprendizaje. En ese sentido, se podría modelar la rutina de círculo, lectura silenciosa, procedimiento para ir al baño, colación compartida, girar y conversar, 3, 2, 1 puente, diferentes organizaciones de la sala, entre otras.
Esperamos que estas recomendaciones sean de utilidad en tus primeras jornadas de clases. Y si tienes otros consejos prácticos compártelo en nuestras redes sociales para fortalecer nuestra comunidad. ¡Buen inicio de año escolar!
