Las metodologías activas están cobrando fuerza, ya que el conocimiento autónomo y los resultados tangibles reflejados en proyectos, permiten al estudiantado valorar más su aprendizaje. Este es el propósito del Liceo Bicentenario Matilde Huici Navas, que desde el 2022 ha implementado el ABP en todos los niveles educativos.
En la comuna de Peñalolén, en la zona precordillerana, se encuentra ubicado el Liceo Bicentenario Matilde Huici Navas. Su directora, Rebeca Alegria y la jefa de UTP, Donka Paredes, nos recibieron y guiaron por la segunda feria de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) del establecimiento, instancia en la que las y los estudiantes de todos los niveles, presentaron sus proyectos a sus pares, compañeros de otros cursos y profesores.
Este liceo sitúa a las y los estudiantes como protagonistas, donde el aprendizaje de conocimientos tiene la misma importancia que la adquisición de habilidades y actitudes, en esto se basa parte de su sello.
Aprendizaje Basado en Proyectos
René Riquelme Silva, es el docente coordinador de los proyectos ABP del liceo, por lo que estuvo presente en la organización de la feria y con mucho orgullo explicó cómo fue el proceso para llegar a esta etapa:
"Con el apoyo de la Corporación Municipal de Peñalolén y Fundación Chile fuimos capacitados en ABP. Además, nos orientaron para hacer una feria a fines del 2022. Este año, ha sido nuestra primera feria autónoma, donde las y los estudiantes están presentando proyectos junto a sus profesores, lo que ha sido un gran desafío. Los trabajos se realizaron por cursos desde prebásica a 4° medio, y están basados principalmente en las inquietudes los grupos de estudiantes, por lo tanto, es una amplia gama de temáticas. Nuestro trabajo como docentes ha sido guiar este proceso para que se enmarque en los objetivos de aprendizaje del currículum", detalla.
Como aprendizaje activo, el proceso comienza con el planteamiento de una pregunta problema, donde las y los estudiantes investigan y plantean soluciones con la guía de sus profesores y profesoras. En este proceso se involucran en el conocimiento, crean su propio aprendizaje, el cual, finalmente, se manifiesta en una propuesta u objeto que se confecciona para poner en práctica los resultados.
A partir de esta experiencia, es posible cuestionarnos cómo se puede incluir la Reactivación Educativa, y en este contexto, es posible pensar que las metodologías activas son una gran opción para motivar a niñas, niños y jóvenes a encontrarse con el conocimiento, dentro de un panorama donde se sienten protagonistas y desarrollan la autonomía para generar aprendizajes más profundos y con sentido.
El proceso de reactivación educativa implica reencantar a mis estudiantes bajo la premisa de utilizar los conocimientos de su vida diaria, lo que les permite desarrollarse en distintos ámbitos. Esta experiencia es muy gratificante tanto para mí como docente y para las y los estudiantes, ya que ven reflejado todo su trabajo y aprendizaje en los productos que crearon.
Para las y los estudiantes esta metodología ha significado un gran aprendizaje, se han dedicado a investigar temas relacionados con el medio ambiente, el reciclaje, la huella de carbono y los desechos que generamos a lo largo de nuestras vidas. Así, uno de los proyectos, de 3° medio se enfocó en la obsolecencia programada de los teléfonos celulares y cómo afecta al medio ambiente.
Ismael Tapia, estudiante que forma parte de este grupo relata: "Todos los celulares actuales tienen una vida útil corta. Nosotros investigamos cuanta basura generan estos aparatos nuevos y descubrimos que para fabricar un solo teléfono se utilizan 12 litros de agua potable. Nuestro propósito es generar consciencia sobre cómo esto ha impactado en el planeta y cuanta basura se está produciendo a causa de estas empresas".
A continuación, podrás apreciar imágenes de esta feria ABP, que convocó a toda la comunidad del establecimiento, poniendo en el centro a niñas, niños y jóvenes que con sus creaciones aprenden y aportan a la sociedad, resolviendo desafíos pertinentes a su contexto.
