Cuando se pregunta a las personas si es necesario realizar cambios en el sistema escolar, la mayor parte de éstas responde que sí. Sin embargo, cuando el cambio les afecta de manera directa, la percepción de la necesidad varía, ya que lo nuevo puede resultar incierto e impredecible y por lo tanto, atemorizante. Es necesario trabajar nuestra resistencia al cambio.