El 16 de octubre se conmemora a nivel nacional el Dia del Profesor. En esta fecha, queremos felicitar la gran labor que cumplen las y los docentes para formar a niñas, niños y jóvenes, quienes pueden acceder a una formación integral, gracias a su invaluable labor. También, nos proponemos reconocer el trabajo colaborativo entre colegas, que permite avanzar hacia una educación transformadora y de calidad.
De acuerdo con lo descrito por Memoria Chilena, a mediados del siglo XIX, Manuel Montt y Domingo Faustino Sarmiento lideraron el proceso de profesionalización del profesorado. En 1842 se creó la primera Escuela Normal de Preceptores, con el objetivo de formar profesores para la educación primaria. Más tarde, en 1854, se creó la Escuela Normal de Preceptoras, que permitió a las mujeres prepararse para ejercer esta misma labor.
A partir de este hito la profesión docente ha experimentado distintos desafíos. En la actualidad, uno de ellos es adaptarse a vertiginosos cambios como el uso creciente de la tecnología y la aparición de la Inteligencia Artificial que se han integrado al proceso educativo, lo cual sin duda impacta al estudiantado que demanda innovación y métodos activos.
Por otro lado, la convivencia de generaciones diversas en el ámbito educativo plantea interrogantes sobre los puntos de encuentro y la colaboración que emergen de esta realidad. En este contexto, conversamos con cinco docentes de distintas áreas del conocimiento, quienes, con entusiasmo, nos relatan sus experiencias y reflexiones sobre el presente y el futuro de la educación.
Docentes aprendices
Nancy Pastén, profesora de Historia, Geografía y Ciencias Sociales en el Instituto Presidente Errázuriz de Las Condes, con más de quince años de experiencia, señala que la docencia es exigente y que para brindar lo mejor a sus estudiantes, es fundamental cuidar tanto la salud física como mental. Igualmente, enfatiza en la importancia de actualizar constantemente los conocimientos, ya que las materias y metodologías pedagógicas avanzan rápidamente, y es esencial innovar para ofrecer aprendizajes variados y enriquecedores.
“El clima de aula es muy importante. Por ello, si hay estudiantes más desafiantes es esencial seguir el protocolo, conversar con ella o él, indagar lo que está pasando y, de ser necesario, derivar a los equipos especialistas del establecimiento para trabajar en conjunto y sacar adelante a las y los jóvenes”.
Leyla Espinoza, educadora de párvulo en el Colegio Arturo Matte Larraín de San Ramón, está comenzando sus primeros años en la educación parvularia. Para ella, la cohesión entre docentes es fundamental y recomienda iniciar en un equipo con experiencia. “Es muy beneficioso aprender de profesores con trayectoria, que conocen bien el sistema. Al combinar eso con lo que uno aporta desde lo aprendido en la universidad o las primeras vivencias laborales, se logra lo mejor de ambos mundos, y uno se va enriqueciendo y perfeccionando en el camino”, afirma.
Leyla destaca la importancia de las reuniones de equipo, puesto que permiten que tanto docentes con más años en el sistema como quienes recién se incorporan, compartan sus perspectivas. Esto resulta valioso para abordar las dudas desde diferentes puntos de vista y así enriquecer las miradas en conjunto.
“A las y los docentes más antiguos les diría que no le tengan miedo a la tecnología, ya que estamos en una época donde las y los alumnos la usan día a día. Abrirse a trabajar con ella, no verla como un problema, si no utilizarla a su favor. Quizás se pueden hacer nuevas estrategias, motivarlos de otra manera, sobre todo cuando los estudiantes son más grandes”.
En el Colegio San Nicolás de Myra se desempeña Loreto Biazevic como profesora de Educación Física. Con más de 23 años enseñando, subraya que la experiencia es crucial: “es el tiempo el que va puliendo las habilidades necesarias para desempeñarse en el aula”.
A las nuevas generaciones de docentes ella les aconseja “vivir esto con pasión, con vocación, cariño, harta entrega y mucha paciencia, porque nuestra misión es compleja, estamos formando personas para ser gente buena, y de verdad cuando entregas cariño y amor, los resultados son positivos, siempre suman”.
“Para trabajar con niñas, niños y jóvenes es preciso estar al día con sus intereses, esto hace que la clase sea más atractiva. Si hay algo que de verdad les llame la atención y les importe, el aprendizaje será mucho más profundo”.
Desde Guanaqueros, en la Región de Coquimbo, Renata Leyton, profesora de Inglés en la Escuela Básica Manuel de Salas, resalta el entusiasmo y la disposición de los jóvenes que se inician en la docencia, quienes tienen el deseo de aprender de todo y todos.
"Cuando recibimos retroalimentación, generalmente consideramos el contexto, porque somos muy conscientes de que no tenemos tanta experiencia como las y los docentes más antiguos”, comenta Renata.
La profesora realza la importancia de brindar un feedback positivo y reconoce que docentes noveles también aportan nuevas herramientas, como las digitales, que pueden enriquecer el aula. “Llegamos con conocimientos actualizados, como la alfabetización digital, y con una nueva energía”, añade.
Asimismo, resalta que en su establecimiento, la colaboración es fundamental, al igual que la tarea pedagógica en el aula. Una de las grandes ventajas, es la formación continua, con capacitaciones que permiten implementar métodos innovadores y obtener buenos resultados.
“Lo beneficioso del trabajo en equipo es que las y los docentes que llevan más tiempo, tienen toda la disposición del mundo, por eso creo en la colaboración. Primero se tienen que dar los espacios y la humildad de hacerlo, porque el aprendizaje siempre es continuo y sabemos que podemos aprender el uno del otro”.
Verónica Saravia, Educadora Diferencial de la Escuela León Humberto Valenzuela en Maipú, tiene dos años de experiencia como docente y considera fundamental incorporar métodos y estrategias de enseñanza innovadoras y creativas, para ella esto es muy significativo. “En mi corto período ejerciendo he tenido la oportunidad de aprender de equipos ya consolidados, lo cual me ha permitido sentir seguridad en mi espacio de trabajo”, sostiene.
“Considero que la forma más efectiva de colaborar entre sí es por medio del intercambio de visiones y opiniones relacionadas con contenidos y situaciones similares. Es positivo recibir retroalimentación por parte de docentes con más experiencia, dado que sus sugerencias fortalecen nuestro quehacer docente. Aprender sobre la marcha corre para todas y todos”.
Este año cumplimos 23 años colaborando con la labor docente para una educación innovadora que sea significativa para las y los estudiantes. El sentido de nuestro quehacer eres tú, por eso, en este Día del Profesor, queremos agradecerte y enviarte un abrazo enorme por todo tu trabajo y dedicación.
¡Feliz día del Profesor!
